La normalización aplicada a los electrodomésticos contribuye a que las empresas del sector cumplan los requisitos de seguridad y funcionalidad, al mismo tiempo que se abren a nuevos mercados. Las normas son la llave de acceso a los mercados internacionales: el 80% del comercio mundial está sujeto a ellas.

Frigoríficos, campanas extractoras, lavadoras, hornos, cepillos de dientes eléctricos, secadoras… Aunque muy distintos, todos estos electrodomésticos tienen varias cosas en común. La primera es que forman parte de nuestro día a día desde hace relativamente poco tiempo, facilitándonos la vida, la segunda, es que todos ellos cuentan con normas técnicas que incluyen requisitos relativos a su función o seguridad.

La estandarización ayuda a los fabricantes de electrodomésticos a adaptarse tanto a nuevos requisitos derivados de nuevas funcionalidades y diseños del mercado como a los legislativos, por lo general encaminados a mejorar la seguridad y la eficiencia energética de los aparatos eléctricos.

Pero no solo eso. La normalización supone el impulso a la competitividad de las empresas del sector y su llave de acceso hacia nuevos mercados. Que la cuarta parte de las cocinas de inducción instaladas en todo el mundo se diseñen y fabriquen en España no es sino un ejemplo entre muchos de cómo la estandarización permite a las empresas acceder a otros mercados y mejorar así sus exportaciones.

En este ejemplo, el centro de investigación de BSH Electrodomésticos desarrolla y fabrica una de las tecnologías de inducción de placas más utilizadas mundialmente. Su desarrollo se ha basado en las normas UNE impulsadas en el seno del Comité Técnico de Normalización CTN 213 Electrodomésticos de la Asociación Española de Normalización, UNE, lo que les permite ir en sintonía con las normas internacionales. Este comité ha publicado 470 normas que ayudan a las empresas del sector a superar con éxito sus desafíos, en ámbitos como exportaciones, seguridad o cumplimiento legal.

Para una empresa exportadora, conocer qué normas se aplican en el ámbito internacional es clave para mejorar su competitividad. La estandarización debe formar parte de todo el proceso innovador de creación y diseño de nuevos productos si se pretende comercializar los fuera de nuestras fronteras. Solo así se estará trabajando en ese lenguaje común para todos los implicados del sector y eliminando las barreras al comercio.

En ese sentido, la Asociación Española de Normalización, UNE, brinda a las empresas del sector de los electrodomésticos la oportunidad de conocer de primera mano las actividades de normalización, y adaptarse así con antelación a los cambios normativos que se van produciendo.

Estándares y ODS

Los estándares UNE relacionados con los electrodomésticos facilitan a las organizaciones la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En concreto, ayudan a conseguir el ODS 9 sobre industria, innovación e infraestructura; el ODS 3 sobre salud y bienestar; el ODS 13 sobre acción por el clima y el ODS 7 de energía asequible y limpia.